Zaragoza, 15 de julio de 2025.- La portavoz socialista, Lola Ranera, ha pedido a la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, cambiar el rumbo su política, destinada solo “para unos pocos”, y pensar en una ciudad en la que “quepamos todos” y en la que “nadie quede fuera de la foto oficial”. “Zaragoza es mejor cuando es para todos”, ha asegurado la edil.
En su discurso en el Debate sobre el estado Ciudad, Ranera ha comenzado mostrando su preocupación por que en el año 2027, cuando Chueca deje de ser alcaldesa, “haya destruido esa ciudad singular, auténtica y solidaria que gobiernos de diferentes signos políticos construimos durante décadas”. “La Zaragoza que conocemos se hizo con grandes acuerdos y consensos. Una forma de gobernar que está a años luz de su autoritarismo. Y no lo digo solo porque en dos años no haya intentado alcanzar un solo acuerdo con la oposición, que no lo ha hecho, ni tampoco por la soberbia con la que se dirige a los miembros de su Gobierno. Lo peor es el desprecio con el que trata a los zaragozanos descontentos con su forma de gobernar”, ha recriminado.
La portavoz socialista ha asegurado que «Chueca se ha convertido en una especialista del ilusionismo político, una maga del arte de la distracción, que intenta encandilarnos con una Zaragoza idealizada, reluciente y llena de anuncios, para ocultar la otra realidad de nuestra ciudad». “Porque detrás de esas luces y aplausos enlatados, está la Zaragoza en la que vivimos la inmensa mayoría de los ciudadanos. Los problemas de vivienda, movilidad, seguridad y
falta de servicios públicos siguen ahí por mucho que intente enmascararlos”, ha manifestado.
Para Ranera, con 1.300 millones de presupuesto, «era el momento de atender las necesidades de los ciudadanos, de ser ambiciosa y de poner los cimientos de la Zaragoza del futuro”. “Si otros gobiernos municipales, con la mitad de su presupuesto, lo intentaron usted, con un presupuesto récord, tenía la obligación de hacerlo», ha afirmado.
Ha recordado que ningún otro gobierno municipal ha tenido la «abundancia» de Chueca y «ningún otro gobierno ha desaprovechado y ha malgastado peor el dinero». «Chueca tenía dinero para construir viviendas públicas de alquiler asequibles o para diseñar la movilidad del futuro. Sin embargo, no lo ha hecho», ha lamentado.
Y mientras, ha criticado Ranera, Chueca «continúa subiendo los impuestos a la mayoría de los ciudadanos, perdona millones de euros a unos pocos, eso sí, a los más ‘afortunados’”. “A aquellos que casualmente gozan de la amistad o beneplácito del Partido Popular y de Natalia Chueca», ha apuntado. “La doble vara de medir de la derecha. Nunca falla. Mientras la inmensa mayoría de los zaragozanos pagan sus facturas religiosamente, otros, sus amigos, dejan de pagar nada menos que 22 millones de euros”, ha añadido Ranera, que ha recordado los casos de Hospital Quirón, Becton Dickinson o Saltoki, entre otros.
También ha remarcado las «mentiras» de Chueca, entre las que lugar destacado ocupa la Nueva Romareda. «Su gran mentira ha sido la Nueva Romareda, cuyos costes van a hipotecar a Zaragoza. Usted prometió que el nuevo campo de fútbol costaría cero euros de dinero público. Cero euros, señora Chueca. Y la realidad es que ya vamos por más de 150 millones», ha remarcado.
En cuanto a la forma de gobernar de la alcaldesa, ha considerado que esta es «caprichosa y mentirosa» y, además, «está creando una Zaragoza con dos caras. La cara que le interesa enseñar frente a la que esconde en un filtro de Instagram. Pero esa también es Zaragoza. Y usted es su alcaldesa y la está abandonando».
Para Ranera, «hay una Zaragoza real a la que no llegan sus luces. Una Zaragoza real en la que cada vez hay más desigualdades, donde se acentúan las diferencias entre barrios y en la que está creciendo la percepción de inseguridad en algunos espacios». Y hay «una Zaragoza real que está peor conectada. Porque si de algo ha sido ejemplo de su falta de planificación e improvisación ha sido su política en materia de movilidad», al recordar la «mentira» de los pliegos del autobús, las líneas exprés que «solo son circulares» o la nula mejora en las frecuencias. “Con 1.300 millones de presupuesto y fondos europeos, era el momento de ser ambiciosos y de acometer la segunda línea del tranvía”, ha afirmado.
Otro tema crucial para la portavoz socialista es la construcción de vivienda pública de alquiler asequible, que debería ser una prioridad. «Zaragoza tiene suelo para construir 5.000 viviendas públicas, pero su Gobierno ha favorecido la construcción de pisos de lujo por la ciudad», ha destacado.
Pero, además, Ranera ha hecho hincapié en que es “la hora de regular con firmeza el fenómeno de las Viviendas Turísticas en Zaragoza”. “Las plazas de estas viviendas se han duplicado en cinco años. Hemos pasado de 2.768 en 2020 a más de 4.200 en la actualidad”, ha manifestado.
Y es que, para Ranera «Chueca está vendiendo Zaragoza a pedazos, trozo a trozo, y los zaragozanos empiezan a ser conscientes. Si les escuchara y no abandonara el Pleno, entendería que cada vez hay más voces críticas con su forma de gobernar». “Son ciudadanos que sienten que mientras su alcaldesa se gasta 400.000 euros en un espectáculo de luces, 40.000 euros en anillar el puente de Piedra y otros 50.000 en plantar vides en el parque de Macanaz, sus problemas siguen sin resolverse”, ha señalado.
Ha apostado por que Zaragoza “es y quiere seguir siendo única” y no “ser una copia de Madrid y una ciudad inasequible”. “Queremos mantener esa autenticidad, esa esencia que nos caracteriza y que nos permite, en una ciudad de 700.000 habitantes, saludarnos por la calle, tomar vermú en el Tubo, ir a pasear por las riberas del Ebro, comprar siempre en el mismo puesto del Mercado Central o coger ‘capazos’ en la panadería”, ha pedido.
Respecto a la cultura, le ha reprochado a la alcaldesa de “molestarle lo nuestro”. “Ha sido capaz de cobrar tasas a nuestros feriantes y cabezudos y de expulsar de las calles a nuestros artistas, imponiendo el silencio y una estética que poco o nada tienen que ver con nuestras tradicionales fiestas del Pilar, por cierto, las peores valoradas en la última década. Y todo porque ha quedado claro que usted entiende la cultura como mero entretenimiento, concebida solo para el consumo y de manera mercantilista”, ha criticado.
Ha lamentado que «Zaragoza está cada vez menos cohesionada y más fragmentada y es reflejo del estrepitoso fracaso de las políticas sociales. Una ciudad en la que un 35% de las personas tienen dificultades para llegar a fin de mes». Con el acuciante, además, de que las políticas sociales de la ciudad «están sometidas al yugo de la ultraderecha de Vox, rehén de Chueca, y han dejado de ser un escudo para los más vulnerables y de ser un derecho de la ciudadanía para convertirse en mera beneficencia».
Con la llegada de Vox a las instituciones, ha lamentado Ranera, el Ayuntamiento de Zaragoza “no ha podido aprobar ni una sola declaración institucional por el Día del Orgullo ni en contra de la violencia machista”. “El sectarismo ideológico de la ultraderecha ha llevado a este Ayuntamiento a destinar solo 660.000 a Cooperación Internacional. Un exiguo 0,06% de un presupuesto de 1.300 millones de euros, sí han oído bien. Un ridículo 0,06% frente al casi 0,7% que destinó el último gobierno socialista de Juan Alberto Belloch o el 1% que destina en la actualidad la DPZ. Otra muestra más de que PP y PSOE tienen distintas prioridades”, ha censurado.
Pero ser rehén de Vox, también ha tenido “otras consecuencias” y hemos pasado de ser una Zaragoza referente en el compromiso y respeto al medioambiente, en la lucha contra el cambio climático. “Zaragoza es cada vez más dura, más gris y menos habitable. Con plazas y calles sin sombra, suelos que abrasan a 47 grados y recreos de cemento. Señora Chueca, está renunciando a cuidar a nuestros niños desde lo más esencial, desde sus colegios”, ha manifestado
Frente a ello, los socialistas «queremos una ciudad que no expulse, libre de discriminación, que no se disfrace, que no segregue, queremos una Zaragoza real, imperfecta, que presuma de igualdad, integradora, diversa, acogedora y viva». “No queremos ser la copia barata de otras ciudades. Queremos ser una ciudad moderna, sin necesidad de parecernos a nadie. Estamos orgullosos de lo que somos. Somos únicos e irrepetibles y queremos conseguir ser nuestra mejor versión sin perder nuestra esencia”, ha concluido.