Zaragoza, 16 de octubre de 2025.- El concejal socialista Guillermo Ortiz ha exigido hoy a la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, que reclame al presidente de Aragón, Jorge Azcón, que de solución a la situación “intolerable” que están viviendo los institutos públicos de Zaragoza, en los que cerca de 4.000 alumnos y alumnas de Educación Secundaria diagnosticados como ACNEAE’s (Alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo) están escolarizados en aulas ordinarias sin los apoyos individualizados que requieren, según el propio Servicio Provincial de Educación en Zaragoza.
Guillermo Ortiz, que se ha hecho eco de la denuncia de UGT ante este déficit de recursos, que exclusivamente afecta a la educación pública, ha lamentado que en Zaragoza haya un orientador cada 750 alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, mientras que la OMS recomienda un profesor especializado cada 250 alumnos.
Ante esta situación, el concejal socialista exigirá a Chueca en la próxima Comisión de Educación, que haga cumplir a Azcón las ratios de personal de apoyo educativo “para no dejar abandonados a estos chicos”. “Porque la falta de apoyos educativos se traduce en falta de igualdad de oportunidades y de libertad para desarrollar su talento y Natalia Chueca y Jorge Azcón no pueden arrebatarles su futuro”, ha señalado.
Ha insistido en que este déficit solo afecta la educación pública, “un síntoma más del ataque y los recortes a los que nos tiene acostumbrados el Partido Popular en Zaragoza y en Aragón. El PP se ceba con los más débiles, en este caso con las familias con alumnos con necesidades específicas que necesitan un refuerzo para tener un futuro con las mismas condiciones que el resto de la sociedad o que tienen altas capacidades y se les está cortando las alas”.
Según Guillermo Ortiz, negar a estos 4.000 alumnos zaragozanos los apoyos necesarios es “condenarles” a un futuro con menos oportunidades, menos autonomía y más vulnerabilidad. “El Partido Popular podrá hablar todo lo que quiere de libertad educativa pero ¿qué libertad tiene un chaval con dislexia que no recibe el refuerzo lector? ¿Qué libertad tienen un adolescente con TEA que no cuenta con un orientador ni con un aula específica? ¿Qué libertad tiene una niña con altas capacidades a la que se le apaga el talento porque el sistema no la atiende?”, se ha preguntado.
“Esa cifra, esos 3.914 alumnos de Zaragoza, no puede leerse como un número sin más. Detrás hay niños y adolescentes que necesitan intervenciones distintas, programas personalizados y profesionales suficientes para que su derecho a la educación inclusiva sea real y efectivo”, ha explicado. Asimismo, ha alertado que “estas cifras están vivas ya que van cambiando día a día porque cada semana van llegando informes de los inspectores a la Dirección Provincial donde manifiestan que la situación se agrava”.
El edil socialista ha señalado que “cuando hablamos de los profesionales necesarios para que la educación sea inclusiva de verdad, nos referimos a los docentes de Audición y Lenguaje (AL) a los de Pedagogía Terapéutica (PT), a los auxiliares de educación especial y a los orientadores y orientadoras escolares. Sin ellos, la atención personalizada es sencillamente imposible”.
Esta falta de recursos y de apoyo, ha dicho, deriva en que un niño con trastorno del espectro autista que necesita adaptaciones curriculares y recursos específicos, no pueda desarrollar una autonomía; que un alumna recién llegada que desconoce el idioma y requiere programas de acogida lingüística, acabe en la exclusión social, o que un alumno con altas capacidades que precisa enriquecimiento curricular para desarrollar su talento pueda acabar con problemas de salud mental como la depresión, y en último término en el abandono escolar por frustración, entre otros ejemplos basados en informes como el del Observatorio Estatal de la Discapacidad sobre Alumnado y Educación Inclusiva en España.
Guillermo Ortiz ha incidido así en que la falta de apoyos personalizados tienen consecuencias medibles: a corto plazo mayores tasas de repetición, incremento del absentismo, problemas emocionales y tres veces más de posibilidades de abandono escolar; y a largo plazo, una inserción laboral mucho más difícil y problemas de exclusión social en nuestra sociedad.